A lo largo de los meses de otoño e invierno, experimentamos muchos cambios y decadencia a nuestro alrededor. Las plantas mueren y las aves migran más al sur, abandonándonos temporalmente. Las hojas de los arboles cambian de color creando nuevas obras de arte en el paisaje que nos rodea mientras nosotros observamos y admiramos su transformación, solo para ver cómo finalmente se caen en invierno. Ha habido belleza en esta transformación y decadencia, y ahora que llega la primavera, estamos en un momento de renacimiento. Nuestros días son cada vez más largos, y una nueva vida, lenta pero segura, comienza a crecer y florecer a nuestro alrededor. Las estaciones del año siempre sirven como una hermosa metáfora y un hermoso ejemplo de cómo experimentar el cambio, la transformación, el crecimiento y la decadencia en nuestras propias vidas. La vida siempre arrojará varios obstáculos en nuestro camino, y debemos aprender a manejarlos con tanta gracia como lo hace la Tierra.
Cuando estamos pasando por un período de decadencia en nuestras vidas, siempre debemos recordar que las cosas siempre se desmoronan para dejar espacio para algo nuevo. La pérdida duele, pero permanecer atrapados en nuestro dolor y decadencia es infinitamente peor. No importa lo que traiga la próxima temporada, sin duda habrá crecimiento, belleza y oportunidades para florecer si solo estamos dispuestos a abrirnos a ellos, como los pétalos de una flor que se abren para recibir la luz del sol.
La Tierra no lamenta mucho todo lo que ha perdido, sino que agradece el terreno vacío que ahora tiene para crear nueva vida y belleza sobre el suelo que todo lo anterior ha creado y dejado a su disposición. No debemos temer esta oportunidad de dejar que florezcan cosas nuevas en nuestras vidas. Hacer espacio en nuestros corazones para algo nuevo no significa que no apreciamos y amamos los momentos que nuestras oportunidades pasadas nos han brindado. Por el contrario, dejar espacio para el crecimiento y el cambio en nuestras vidas es una forma de honrar todo lo que hemos tenido anteriormente. Hemos aprendido de todas estas experiencias pasadas y la mejor manera de honrar y agradecer al universo por permitirnos tenerlas es usarlas para seguir adelante aunque ya no existan.
Para aprovechar al máximo la primavera, ante todo, debemos mostrar gratitud, y no solo por el momento en el que nos encontramos ahora. Es importante estar agradecido por todas las estaciones y cómo se complementan entre sí y funcionan en armonía para crear hermosos momentos de cambio, transformación y renacimiento. De la misma manera, debemos estar agradecidos por todas las estaciones de nuestra vida, las buenas, las malas, las feas, porque se complementan entre sí de una manera que nos permite transformarnos, florecer y fluir en la vida. No nos sirve de nada lamentarnos por mucho tiempo: la gratitud es un actor mucho más poderoso y positivo en nuestras vidas que nos ayudará a sentirnos satisfechos continuamente en todas las estaciones.