Mantener el sentido del humor en momentos desafiantes es uno de los mejores mecanismos de afrontamiento. Puede que parezca algo contradictorio buscar soltar una carcajada cuando estamos pasando por algo difícil, pero el sentido del humor nos ayuda a dejar el estrés a un lado así sea solo por un momento, a encontrar pequeños momentos de diversión y al despejar la mente, nos ayuda a analizar las cosas con perspectiva. Las noticias nos bombardean constantemente con noticias agobiantes sobre el mundo y a lo largo de la vida, la vida nos dará muchos golpes, pero no por eso hay que darse golpes de pecho sino que hay que buscar maneras de proteger y fortalecer nuestros corazones. Para ello, debemos disfrutar de cada pequeño momento de felicidad y risa a pesar de todo lo malo que está en nuestro entorno.
No se trata de vivir ciegamente, ajeno a la realidad de los problemas que tenemos, sino de procurar afrontar las cosas con positividad para poder verlas con claridad y con certeza de que cualquier situación no se quedará así para siempre y no hay desgracia que pueda derrumbarte. Hay muchos efectos beneficiosos de reírse a carcajadas o de simplemente soltar una sonrisa pequeña – la risa nos ayuda a liberar endorfinas lo cual nos ayuda a mejorar la respiración y por consiguiente, a despejar la mente. En definitiva, nos ayuda a vivir una vida plena con menos estrés y más claridad de mente, nos sube el autoestima y nos sube el nivel de energía y dicha energía se vuelve contagiosa, lo cual puede mejorar nuestras relaciones personales.
Hay muchas cosas que podemos hacer durante momentos desafiantes para ayudarnos a nosotros mismos a mantener el sentido del humor tanto como el buen humor en general. Busca cosas que te hagan reír, haz cosas que te gusten, echa unas risas con tus amigos y procura quejarte lo menos posible, anímate cuando te encuentres bajo de energía y sonríe todo lo que puedas y sobre todo, no te sientas culpable por buscar momentos de felicidad porque aunque a veces resulte difícil de creer, siempre te lo mereces y siempre merecerá la pena.