Febrero es el mes del amor. Sirve como un hermoso recordatorio de que el amor realmente hace que el mundo sea un lugar mas agradable para todos: la experiencia de vivir en este mundo es, sin duda, más placentera cuando nos tratamos con amabilidad y recordamos actuar con amor en todo momento. Si lo hacemos bien, recordaremos tener esto en cuenta durante todo el año, mucho más allá del 14 de febrero.
Durante este mes, el mundo que nos rodea está decorado con corazones y rosas. Las canciones de amor empiezan en todos los lugares a los que vamos una y otra vez. Nuestras bocas salivan al ver todos los chocolates de San Valentín en todos los supermercados. Todas las tiendas están llenas de artículos estampados de corazones, vemos constantemente los comerciales del Día de San Valentín que nos animan a asegurarnos de obtener ese regalo romántico perfecto para esa persona especial en nuestras vidas, y todos los restaurantes locales esperan con ansias llenarse el dia 14 del mes de parejas que buscan compartir una comida especial y por ende un momento especial juntos. Si bien todas estas cosas son increíblemente especiales, no debemos quedarnos solo con la superficialidad de la festividad que está ligada a todos los regalos materiales y eventos especiales y olvidarnos de practicar la esencia de la festividad que, a fin de cuentas, es simplemente asegurarse de amar honestamente y sin límites.
El mes del amor nos brinda la oportunidad de celebrar todas las relaciones en nuestra vida y recordar fomentarlas durante todo el año. Si bien el Día de San Valentín se centra principalmente en el amor romántico, también puede servir como una gran oportunidad para demostrar amor a todos los que nos rodean. No se trata solo de novios, poemas de amor y gestos románticos (aunque estos sin duda son maravillosos). A todos les encanta sentirse especiales, especialmente en un día festivo como este, y el Día de San Valentín es una oportunidad perfecta para recordarles a nuestros familiares y amigos lo especiales que son para nosotros.
Además, tengas o no una pareja especial en tu vida, el Día de San Valentín también es una gran oportunidad para practicar el amor propio. El amor propio requiere que hagamos nuestra relación con nosotros mismos tan importante como nuestra relación con los demás. Requiere que nos cuidemos en mente, cuerpo y espíritu. Asegurarnos de que nuestros seres queridos se sientan amados va más allá de asegurarnos de darles el regalo perfecto en el Día de San Valentín: requiere que los escuchemos, que estemos presentes para ellos, que los animemos, que los aceptemos y cuidarlos tal como son durante todo el año. Una vez que nuestras relaciones más íntimas se fomenten, se cuiden y se rieguen constantemente con amor para que crezcan, podremos salir al mundo y difundir el amor y la bondad a los demás también y, en última instancia, hacer del mundo un lugar más maravilloso para todos.