Aprender a lidiar con el fracaso suele ser una lucha difícil. En el fondo, la mayoría de las personas experimentan un deseo profundo a ser exitosas en algo o en algún momento de su vida. Algunas personas tienen aspiraciones para seguir los sueños en su carrera, mientras otros quizás tienen en mente formar una familia feliz como su forma de éxito (además de una cantidad infinita de otras posibilidades). Aún así, muchas cosas en la vida no pasarán de la manera en las que se tiene planeadas, lo cual en ocasiones, puede deberse a pequeños errores en nuestra propia personalidad. Sin embargo, con un espíritu perseverante, el fracaso tiene la capacidad de convertirse en algo positivo. Al momento en el que se deja de identificar al fracaso como un aspecto netamente negativo y se empieza a considerar como aquello que va dejando lecciones a lo largo de la vida, se estará tomando el primer paso a la superación personal, para así lograr estar cada vez más cerca al éxito deseado.
En ocasiones, nuestra propia naturaleza nos traiciona y nos lleva a fijarnos demasiado en nuestros errores. Es importante reconocer que la mayoría de los éxitos son el resultado de fracasos pasados, la idea no es intentar a olvidarse de ellos por completo. Es mejor enfrentar el cualquier dolor lo mas pronto posible en vez de dejarlo para después, ya que lidiar con el dolor en el momento es el camino más rápido para recuperarse. Llorar los fracasos de uno es una reacción perfectamente natural, pero también es importante pensar críticamente de aquellos fracasos y a hacerse preguntas de tales fracasos. ¿Qué podría haberse hecho mejor? ¿Cuáles aspectos de la situación no fueron completamente considerados? ¿Qué aprendí de esto? Cuando un individuo se hace las preguntas correctas, las respuestas vendrán con el tiempo en la forma de sabiduría.
Tal vez se falló en completar una tarea que se le fue encomendada, o no tuviste el nivel de excelencia esperado; puede que se haya dicho algo doloroso a un ser amado, o se le hizo daño a alguien que no lo merecía. Todo el tiempo cometemos innumerables errores, pero es importante entender que todos los seres humanos somos falibles, y es imposible vivir en un nivel de perfección esperado, de manera que aprender a convivir con las falencias es una manera para crecer como persona, y es crucial para llevar una vida saludable.