“Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. Sólo a través del amor y la amistad podemos crear la ilusión por el momento de que no estamos solos «. Orson Welles
Cada prueba o tribulación que enfrentamos en la vida está llena de momentos de enseñanza, siempre podemos aprender algo positivo que nos ayude a crecer como individuos y como sociedad. No hay duda de que este año ha estado lleno de dificultades e inconvenientes y muchos de nosotros sentimos que hemos perdido muchas cosas que solían darnos una sensación de estabilidad. No hemos podido ver a muchos de nuestros amigos y seres queridos durante este año, e incluso si lo hicimos, tal vez no haya sido de la manera que nos hubiera gustado. Mucha gente ha tenido que trabajar desde casa o, en general, distanciarse de las personas a las que estamos acostumbrados a ver de forma habitual. Para mucha gente, el año 2020 ha significado pasar mucho más tiempo solos del que estamos acostumbrados.
Esta experiencia de pasar más tiempo solo o aislado de lo habitual no ha sido igual para todos. Muchas personas encuentran tranquilidad en la soledad mientras que otras comienzan a sentirse inquietas. Los meses que hemos pasado fuera de nuestras rutinas habituales nos ha invitado a muchos de nosotros a reflexionar sobre nuestros valores y lo que consideramos más importante en nuestras vidas; también nos ha hecho enfrentar nuestros propios pensamientos y miedos y, lo más importante, a nosotros mismos. Aprender a pasar tiempo a solas es un aspecto esencial de la experiencia humana. Es fundamental para el autodesarrollo y te permite no definirte a través de los demás o lo que el mundo quiere para ti. Te da espacio para ser creativo y crear libremente sin la presión de apaciguar a los demás. Nos ayuda a alejarnos por un momento y regular nuestros propios sentimientos, lo que a su vez tendrá beneficios a largo plazo en nuestras relaciones sociales.
Sin embargo, hay una gran diferencia entre pasar tiempo a solas y estar solo. Esto último realmente puede afectar negativamente la salud de una persona. Desarrollar un sentido de confianza, amor y cercanía es un aspecto crucial de una vida feliz y saludable. Si bien es cierto que, a fin de cuentas, nuestro caminar por la vida es nuestro y solo nuestro, tenemos la hermosa oportunidad de dejar huellas en el corazón de los demás y dejar que otros dejen su huella en el nuestro y eso es lo que verdaderamente enriquece nuestra experiencia y hace que la vida valga la pena. En ausencia de nuestras posesiones y rutinas habituales, hemos aprendido el valor de lo que realmente importa: las personas. Las personas en nuestras vidas son lo que nos ha ayudado a superar cualquier dificultad que hemos enfrentado antes y debemos recordar seguir valorándolas de la misma manera cuando en los buenos tiempos y seguir andando de la mano como lo hemos hecho hasta ahora.