Por fin ha llegado la primavera y para muchas personas, la llegada de la primavera es un momento emocionate que señala un nuevo comienzo y días mejores por venir. El tiempo comienza a ser un poco más cálido, pero no excesivamente, las flores comienzan a florecer, los días se alargan y abunda el sol. La primavera es una época de renacimiento. La Tierra acepta todo lo que ha aprendido en la oscuridad y el frío del invierno para volverse más fuerte en la primavera. El salto del invierno a la primavera es drástico visualmente: las hojas muertas y la tierra estéril de repente se convierten en recuerdos lejanos cuando las flores comienzan a llenar nuestro mundo de color de nuevo. Nuevos cielos azules brillantes expulsan el gris de los cielos invernales. Cada rayo de sol se siente como un rayo de esperanza. Poco a poco comenzamos a abandonar nuestra ropa invernal a favor de un atuendo más ligero y liberador. Estos tipos de cambios visuales y físicos pueden hacer que el estado de ánimo de muchas personas mejore de forma natural a medida que disfrutan del espectáculo natural que es la primavera. Sin duda, las estaciones pueden tener un impacto significativo en nuestro estado de ánimo y en nuestros patrones de pensamiento. Esto no es algo a lo que debamos resistirnos, sino que deberíamos usarlo para nuestro beneficio.
La llegada de la primavera es una oportunidad para reflexionar sobre nuestras vidas y por lo que hemos pasado hasta ese momento. La primavera agrega nueva vida a la tierra, y haríamos bien en seguir su ejemplo y agregar vida a nuestras propias vidas en este tiempo. Esto significa que deberíamos plantar semillas en nuestro corazón de las cosas que queremos manifestar en nuestras vidas y usar para devolverle el color a nuestros propios mundos. Esto se manifestará de manera diferente para todos. Quizás algunas personas usen este tiempo para plantar semillas de amor después de un invierno de soledad. Quizás otros plantarán semillas de perdón y eliminar todo rastro de rencor en su corazon, y quizás otros plantarán semillas de autoaceptación. Otros pueden plantar semillas que los llevarán a lograr una meta profesional o personal que esperan alcanzar. Después de plantar las semillas de las cosas que queremos manifestar en nuestras vidas, también debemos recordar regarlas regularmente y prestarles mucha atención. Debemos cuidar las semillas que plantamos en nuestros corazones tal y como lo haríamos con un jardín de primavera.
Las flores primaverales brotan de la tierra yerma que ha dejado el invierno. Nosotros también debemos aprender a hacer florecer las flores en nuestras vidas construyendo sobre los espacios aparentemente estériles de nuestro corazón que las dificultades de la vida nos han dejado. Después de cada temporada oscura y difícil de nuestras vidas, siempre habrá oportunidades para crecer nuevamente, para experimentar el amor y la calidez nuevamente y para florecer. Dejémonos llevar todos por la maravilla natural que es la primavera y disfrutémosla al máximo mientras también aprendemos de ella y reflexionamos sobre ella de forma productiva. Nosotros, como humanos, tenemos mucho que aprender de la Tierra y su forma de reponerse constantemente y superar cada dificultad con gracia y aplomo.
