Noviembre es el Mes Nacional de la Gratitud y, como todos sabemos, culmina al final del mes con el Día de Acción de Gracias. En esta celebración tan querida por tantas personas, podemos tomarnos un tiempo para detenernos, reunirnos con nuestros seres queridos, disfrutar de una comida abundante y dar gracias por todo lo que el año nos ha brindado, enseñado y tal vez incluso quitado. Cada año es formativo a su manera y esta epoca del año nos brinda la oportunidad de reflexionar realmente sobre cómo el año nos ha formado y cómo podemos seguir avanzando desde donde estamos. El Día de Acción de Gracias, y el mes de noviembre en su conjunto, nos invitan a ver la gratitud como una práctica diaria.
Practicar la gratitud va mucho más allá de aprender a decir «gracias» como lo hacemos cuando somos niños. Practicar la gratitud es beneficioso para nuestro bienestar físico y mental a largo plazo. Nos permite sentir una conexión más profunda con nosotros mismos, así como con los que nos rodean, y vivir una vida más plena y satisfactoria a pesar de nuestras circunstancias actuales y de todas las pruebas y tribulaciones que podamos enfrentar en el camino. Estar agradecidos por nuestras circunstancias, sean las que sean, puede reducir el estrés y mejorar nuestro estado de ánimo y, en consecuencia, también mejorar nuestras relaciones interpersonales.
El Día de Acción de Gracias es solo un día, pero hay muchas formas en las que podemos buscar activamente implementar una práctica de gratitud durante todo el año. Una de las formas más básicas de comenzar es llevar un diario de gratitud. A veces, algo tan simple como escribir una cosa por la que estamos agradecidos cada día puede cambiar toda nuestra perspectiva sobre nuestra situación y cambiarla para mejor. Hay algo por lo que estar agradecido todos los días, incluso en nuestros momentos más oscuros. Incluso algo tan simple, pero no dado, como un techo o una comida caliente, puede ser algo por lo que estemos agradecidos cuando las cosas no van bien. Alternativamente, cuando las cosas van bien, esta práctica sigue siendo importante porque nos mantiene humildes y nos recuerda que no podemos ir solos por la vida y debemos estar felices y agradecidos por todas las personas que nos han ayudado a llegar a donde estamos hoy. Practica la gratitud y observa cómo tu corazón florece como nunca antes.