Aprender a vivir el momento es la clave fundamental para llegar a la paz interior. A veces nos centramos demasiado en nuestras ansiedades sobre el futuro o en nuestros arrepentimientos del pasado como para apreciar y aprovechar plenamente el presente. Necesitamos equiparnos con las herramientas mentales que nos ayudarán a aprovechar el momento de una manera que no se vea obstaculizada por el pasado ni el futuro. El mañana no está prometido y el ayer ya pasó. El momento presente nos ofrece una infinidad de posibilidades para liberarnos de los lamentos del pasado y del estrés del futuro si tan solo le abrimos el corazón.
Esto no significa que debamos buscar existir en un presente que está separado del restro de nuestras vidas, sino que debemos optar por no dejar que nuestras preocupaciones del pasado o del futuro dicten lo que hacemos hoy. En cambio, debemos agradecerle a nuestro pasado por cómo nos ayudó a crecer y convertirnos en la persona que somos hoy, y debemos mirar hacia el futuro con fe. También deberíamos actuar hoy con amor hacia nuestro yo futuro. Lo que hacemos para cuidarnos y disfrutar hoy es, en última instancia, un acto de servicio a quienes seremos en el futuro.
A veces, posponemos ciertas cosas que queremos hacer hasta una “fecha posterior” indefinida, porque quizás sentimos que no es el momento adecuado para luchar por lo que queremos. Dejamos de lado cosas tan simples como leer un libro que siempre hemos querido leer, así como cosas de mayor peso, como pedir el trabajo de nuestros sueños o decirle a alguien lo que realmente sentimos por él. A veces, esta dilación simplemente proviene de un lugar de cansancio, y otras veces proviene de un lugar de ansiedad que viene con la incertidumbre de los resultados futuros de nuestras acciones. En lo que tenemos que trabajar es en aprender a actuar en el presente para el futuro que queremos construir, incluso si no estamos seguros de que el futuro resulte como esperamos. Lo más importante es que disfrutemos el momento presente, sabiendo que estamos trabajando para crecer y desarrollar la vida que queremos vivir.
En última instancia, la forma en que decidamos pasar nuestro día a día será el legado de nuestras vidas. Por esta razón, debemos asegurarnos de practicar la gratitud por el momento presente porque, por ahora, es todo lo que tenemos. Debemos sonreír, dar gracias y actuar con amor en todo momento.
